jueves, 15 de marzo de 2018

Restaurante Casaplata en Sevilla. Un lienzo de hormigón perfecto para tonos saturados.

Si pensamos en un local con las paredes revestidas de cemento y el suelo en hormigón en bruto no lo asociaríamos en primer lugar a un restaurante, ya que probablemente nos vendría a la cabeza un espacio frío, rudo y vasto; pero el estudio de arquitectos Lucas y Hernádez Gil, apostando con inteligencia por este acabado ha logrado un espacio con una estética muy atractiva amén de arriesgada, al combinarlo con, en su mayoría, muebles de chapa perforada en tonos saturados.
La piel del local, en este caso, se presta como un lienzo perfecto para añadir las distintas pinceladas de color que inyectan los muebles de metal perforado y terciopelo, materiales tendencia que estamos viendo mucho últimamente, tanto para muebles como para revestimientos.
Tonos salmón, amarillos, rojos, azules y verdes, colores primarios en su mayoría, nos guían por los distintos espacios abiertos del restaurante, excepto para la pieza central del local, que cuenta con otro tipo de suelo, también vasto, y otro color de cemento más claro para las paredes, siendo esta la más íntima y acogedora de todas.
Al estar aislada en parte del resto del restaurante, ser estrecha y lucir una paleta de colores cálidos gracias al amarillo, la madera y el rojo de la estructura de la mesa, así como a los tragaluces del techo que inunda la sala de luz, esta sala se convierte en la más acogedora de un espacio que aúna rotundidad y sutilidad a partes iguales.

Para más información visiten: Lucas y Hernández-GilCasaplata





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