lunes, 22 de enero de 2018

Tienda de cosméticos de inspiración china y parisina: Lu Ming Tang.

En anteriores ocasiones hemos visto como algunas marcas optan por diseñar sus locales de forma distinta en cada uno de ellos, manteniendo como elemento común el logotipo y algún que otro elemento. Es el caso por ejemplo del restaurante The Pool, donde sus tres locales compartían únicamente el estilo desenfadado.
En el caso de hoy, vamos a ver un ejemplo totalmente contrario. Una marca que opta por adaptar la misma decoración en sus dos tiendas.

Historia
Después de haber vivido durante 10 años en la ciudad de Shanghai la francesa Marie Amiand comprobó como su piel se veía afectada por la contaminación. Un bebe recién nacido hizo que terminara de tomar la decisión de dejar la vida urbana para buscar una zona más acorde con su vida.

Viajó varias veces al valle del té verde de Longjing, cerca de Hangzhou. Allí aprendió la filosofía del té chino y su historia de 4.700 años, junto con los beneficios antioxidantes y purificadores clínicos.

A partir de ese momento comenzó a soñar con su propia línea para el cuidado de la piel a base de infusión de té.
El nombre de la marca también tiene su propia historia. Éste surgió, como no podía ser de otra manera, de la cultura china, y en sus tres palabras se resumen el espíritu de la marca y la antigua sabiduría del té.
Lu es el rocío de la mañana que se acumula en las hojas de té y que se llegó a usar incluso para elaborar el té del Emperador. Ming es un personaje que representa el té en la antigua poesía china. Y por último Tang, que representa la farmacia imperial de hierbas donde se creaban las soluciones de salud y belleza.
De esa inspiración no sólo nacerán los productos en sí, también lo hará la decoración de sus locales. Siga leyendo y verá el resultado la “casa” de esta marca de cosméticos diseñada por el estudio Overlay.

Decoración

La tienda está hecha con una colección de recuerdos que abarcan desde la búsqueda de Marie hasta la inspiración parisina con muebles de Luis XVI, donde podemos ver adornos chinos con arreglos a base de las tradicionales molduras francesas.

Un interior donde se unen dos de las culturas más ricas del mundo. En definitiva, dos estéticas dispares unidas por la cosmética.
Llama la atención la gama cromática. El azul y el verde unidos para crear una atmósfera que atrapa al viandante para llevarlo a su interior. Los vemos tanto en paredes y techos como en muebles; únicamente interrumpidos por pequeñas pinceladas de madera y mármol blanco.
El ambiente “cargado” terminan de propiciarlo las molduras y espejos que recorren las paredes, junto con los productos de distintos colores, al igual que el presente en algún que otro mueble.
Una estética colorida, alegre y desenfadada para un interior de ensueño.
Y como una imagen vale más que mil palabras, aquí tienen las dos tiendas de la marca de cosmética Lu Ming Tang:

Tienda en Hangzhou y Tienda en Shanghai

Para más información visiten: Design Overlay
Vía: Decofilia










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