miércoles, 15 de noviembre de 2017

Un piso clásico revisado por Lucas y Hernández-Gil en Madrid.

Lucas y Hernández-Gil establecen un interesante diálogo entre la envolvente y original inspiración clásica de esta vivienda madrileña y el mobiliario contemporáneo.
Potenciar la iluminación natural y conseguir una distribución funcional suelen ser dos constantes en los proyectos de reformas de viviendas de los arquitectos madrileños Cristina Domínguez Lucas y Fernando Hernández-Gil.
El piso que les mostramos hoy se encuentra en un edificio situado cerca del Parque del Retiro. Su arquitectura de principios del siglo XX ha sido de nuevo pretexto para establecer una conexión entre su clasicismo y lo contemporáneo. El que se convierte en hilo conductor de la intervención.
La casa posee una superficie de 180 m2 y una altura libre de 3 metros. Su distribución era la típica de las viviendas burguesas del ensanche madrileño. Esto es, con la cocina al fondo y un largo pasillo que conectaba todas las habitaciones.

La renovación de un clásico

Obedeciendo a nuevos hábitos domésticos, se decidió en primer lugar trasladar la cocina al centro de la casa. Gran parte del distribuidor se eliminó concatenando directamente las estancias. Se han suprimido tabiques y separado ambientes con elementos de mobiliario.

Con esta nueva organización, se crean dos zonas en la vivienda. La de noche, más privada, se encuentra al fondo. Mientras que la de día, concebida como un gran espacio para compartir, se encuentra en la zona delantera. Conducir la luz natural a todas estas estancias fue uno de los principales retos del proyecto.

Gran parte de los elementos originales, como las molduras, las carpinterías de las puertas de paso, las manillas, los radiadores e incluso la persiana con lamas de madera y manivela con cables vistos del mirador… fueron cuidadosamente restaurados. Se decidió dar protagonismo a esta envolvente potenciando un estilo sofisticado y clásico. Eso sí, con una nota contemporánea.

Diseño de autor

Siguiendo el criterio del estudio, de incluir pocos elementos pero muy seleccionados, se optó por reconocidos diseños actuales de inspiración clásica, para todo el mobiliario.

Piezas como las butacas FRI de Jaime Hayon para Fritz Hansen y las mesitas auxiliares Habibi de E15 del mirador; el taburete Strike de DebiLab de la cocina o los pufs Elephant de SANCAL de los dormitorios transmiten esta idea de clasicismo revisado. Reforzándose con iconos modernos como las sillas Cesca de Marcel Breuer del comedor o la butaca de lectura Louisiana de Vico Magistretti del cuarto de estar.

También se han incluido interesantes diseños de los autores concebidos especialmente para esta ocasión. Como las esculturales lámparas del comedor y la cocina, así como la imponente estantería de madera que separa la zona de lectura.

Al igual que en otras reformas de estos arquitectos que ya les hemos presentado, la sobriedad y la presencia de materiales nobles como el mármol y la madera caracterizan las zonas húmedas.

Para más información visiten: Lucas y Hernández-Gil
Vía: diarioDESIGN






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