lunes, 23 de octubre de 2017

Contraventanas: un toque de estilo

Las persianas no son el único elemento que nos ayuda a protegernos del sol: si nuestra casa tiene un estilo tradicional o queremos darle un toque diferente y muy especial, una opción muy interesante son las contraventanas.

Aunque a veces se utiliza de manera equivocada la palabra contraventana para referirse a una ventana con doble acristalamiento, en realidad una contraventana es una especie de puertecita ciega, anexa a la ventana, que cumple algunas funciones (otras no) parecidas a la persiana.

Tanto la contraventana como la persiana nos protegen de los rayos del sol, de las miradas indiscretas y nos ayudan a tener nuestra casa fresca y aislada, sin embargo la contraventana suele ser bastante más cara. ¿Por qué optar entonces por contraventanas en lugar de por persianas? Pues, sobre todo, si vivimos en una casa unifamiliar o nuestro edificio tiene un estilo tradicional, las contraventanas pueden quedarnos realmente bien y dar un toque de estilo a nuestro hogar.

Sin duda, las contraventanas son un elemento que no pasa inadvertido y que hará que nuestra casa destaque entre las demás. Pero además, unas contraventanas de calidad, aportarán seguridad a nuestro hogar (son una barrera más frente a los cacos) y protegerán nuestra ventana de los agentes externos que puedan dañarla (calor, lluvia, etc.)

¿Qué tipo de contraventanas hay?

Las contraventanas se pueden fabricar de distintos materiales, pero además las hay de varios tipos dentro de cada uno de ellos:

Interiores (también conocidas como fraileros): Se colocan por dentro de la ventana. Son comunes en casas antiguas fabricadas en madera y actúan como refuerzo del vidrio y aportan un mayor aislamiento. Hoy en día se fabrican también en PVC foliado en madera, una opción mucho más duradera y fácil de mantener. Son una alternativa elegante a la persiana, aunque aportan menos seguridad que una contraventana exterior.

Exteriores (también se las llama mallorquinas, ya que son muy populares en esta isla). Son las más comunes, van “colgadas” de la ventana por su parte exterior. Son un gran elemento decorativo que aporta un toque clásico a la vivienda, a la vez que refuerzan la seguridad, sustituyendo en ocasiones a las antiestéticas rejas. En PVC existe una gran variedad de tonalidades y acabados madera mucho más resistentes al deterioro y a la erosión que el aluminio o la tradicional madera.

De estilo rústico: Existen contraventanas de estilo rústico que quedan muy bien en entornos rurales: casas de campo, hoteles y casas rurales, etc. Estas contraventanas están compuestas por anchas lamas verticales que le aportarán “carácter” a nuestra fachada.

De lamas fijas: La contraventana se puede abrir y cerrar, pero las lamas no se pueden mover, por lo que no permiten que entre luz a través de ellas.

De lamas móviles: Las lamas se pueden subir y bajar para dejar pasar o no la luz en función de nuestras necesidades.

Como ven hay contraventanas para todos los gustos, pero lo más importante es que elijamos el tipo que elijamos, éstas sean de calidad y realmente cumplan su función de protección y aislamiento; al mismo tiempo, por supuesto, que cuentan con un acabado cuidado para que aporten ese toque de estilo que estamos buscando.

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